Es una cianobacteria (considerada microalga) que se cultiva en agua salobre y contiene gran cantidad de proteínas, antioxidantes, hierro y vitaminas. Se suele encontrar en el mercado en forma de polvo (versión industrial), crujiente (versión más natural) o fresca (sin deshidratar).
No, la espirulina no es un alga, es una cianobacteria, no es del reino vegetal ni se engloba dentro de las algas. Se habla de ella como “microalga” para representar su hábitat, pero no es un término preciso en cuanto a su clasificación.
La espirulina en polvo está ultraprocesada, llegando a alcanzar temperaturas de 170ºC en su secado. Por eso pierde una gran parte de sus propiedades.
La espirulina en polvo proviene de cultivos a escala industrial, tengan o no el sello ecológico. Por eso recomendamos buscar espirulina mínimamente procesada como la de Aitana Espirulina.
La espirulina crujiente o crunchy proviene de cultivos pequeños y está deshidratada a baja temperatura. Además sus células están intactas y preservan mejor los nutrientes y antioxidantes.
La espirulina en polvo proviene de cultivos industriales al aire libre y está deshidratada a altas temperaturas, perdiendo gran parte de sus beneficios.
No, la espirulina no es un alga (es una cianobacteria) y no se cultiva en agua de mar, por lo que su contenido en yodo es muy bajo (en torno a 3 picogramos/100g).
La espirulina no es fuente de yodo, así que no interfiere con la medicación. De hecho, puede ser beneficiosa ya que da energía y vitalidad.
Lo más importante es que te la tomes a diario. El formato es indiferente ya que toda nuestra espirulina es de cultivo artesanal y deshidratada a baja temperatura.
Si te es más cómodo tomar los comprimidos o echar los crunchys a tus platos depende de tus hábitos.
Si padeces enfermedades digestivas (Crohn o problemas de asimilacion) sí que recomiendo tomar los crunchys ya que llegan a tu intestino ya disueltos y se digieren mejor.
No, la espirulina con sello ecológico no tiene por qué ser mejor en términos de calidad que la que no es ecológica.
La espirulina es una cianobacteria que se cultiva en el agua, por lo que nunca se le añaden pesticidas ni herbicidas (no los necesita).
Además es el cultivo más sostenible en cuanto al uso de agua, fertilizantes y suelo que existe, por lo que siempre es más ecológica que cualquier producto ganadero o agrícola.
La certificación ecológica hace referencia al tipo de fertilizantes que se han utilizado para su cultivo, pero puede tener el sello ecológico y estar cultivada de forma industrial o estar contaminada con otros microorganismos. No es distintivo de calidad ni contenido de nutrientes.
La espirulina no debería saber ni oler mal si es de calidad y está secada a baja temperatura.
Normalmente, el polvo de espirulina que se encuentra en los comercios y que se distribuye por grandes marcas, es espirulina industrial que puede tener contaminaciones y está deshidratada a altas temperaturas. Esto hace que adquiera un olor y sabor fuerte.
La espirulina corresponde al sabor umami por lo que en occidente nos cuesta encontrar una similitud.
Nuestra espirulina crujiente (crunchy) sabe como a pipas de girasol o a nueces, pero cada uno me dice que le recuerda a algo diferente. Esto se debe a la pureza y a la temperatura de secado.
La espirulina en polvo puede saber a pescado o tener un olor y sabor desagradable, eso indica que no es de calidad.
Sí, la espirulina se puede cultivar en acuarios o recipientes transparentes alimentarios, así como en pequeños estanques en el jardín.
Es divertido y requiere poco mantenimiento. Puedes tener un organismo ancestral en casa que genera oxígeno y retira CO2, produce alimento y que puedes tener casi como mascota verdeazul.
Puedes apuntarte a uno de nuestros talleres de cultivo en casa cuando haya uno disponible y comprar el kit de cultivo en la web.
La espirulina no interfiere con las medicaciones comunes (analgésicos, antibióticos, benzodiacepinas, corticoides, ni medicación para tiroidismo).
Por su contenido en vitamina K, puede reducir la efectividad del Sintrom, así que se recomienda valorar beneficios y riesgos antes de combinarlo.
No se recomienda tomar espirulina si padeces hemocromatosis, fenilcetonuria o tomas Sintrom.
Sí, siempre y cuando tengas la certeza de que no contiene metales pesados (pidiendo analíticas al fabricante o si lo indican en la etiqueta). Si no, es aconsejable que no la tomen bebés ni embarazadas. Aitana Espirulina no contiene metales pesados.
Pueden empezar a tomarla a partir de los 6 meses o cuando empiecen con la alimentación complementaria. Introducir poco a poco como cualquier alimento nuevo y observar la reacción del bebé.
Debes consultar antes a tu nutricionista, pero la espirulina puede ser un gran aliado si padeces SII (síndrome de intestino irritable) ya que no contiene fibras fermentables, se digiere muy bien, contiene antioxidantes que protegen tus paredes intestinales y tiene efecto prebiótico.

Respondemos a las preguntas más frecuentes que nos hacéis de forma concisa y basándonos en conocimiento científico y nuestra experiencia como productores.
Spirulina Frequent Asked Questions
F.A.Q