Cómo se toma

Nuestra espirulina crujiente tiene un sabor y olor suaves, así que combina con cualquier plato ya sea salado o dulce.  Tiene un ligero sabor a nueces y a mar, que da un ligero toque especial a tus platos y batidos, de hecho se considera un potenciador del sabor natural, un umami.

Al estar secada a baja temperatura, conserva sus propiedades nutricionales intactas sin alterar su sabor y además le da un toque crujiente a tus platos. Las hebras son muy versátiles y dan el toque final a una comida redonda… o espiralada 😉

La forma más habitual es añadirla como topping al final del cocinado, para disfrutar de su color y textura crujiente.

Pero también puedes dejar volar tu imaginación y aprovechar sus pigmentos y texturas para crear platos y postres de lo más colorido. La ficocianina, además de ser un antioxidante, tiene un color un azul vibrante que se disuelve muy bien en base acuosa, dándole un toque turquesa a tus platos, que no dejará a nadie indiferente.

Aquí tienes algunas ideas y recetas interesantes 🙂

 

¿Cuánto se toma?

La espirulina no es un medicamento por eso no hay una “dosis” como tal. Pero sí hay una cantidad mínima recomendada para que notes sus beneficios.

En adultos se recomienda de 3 a 9 gramos al día de espirulina para notar sus efectos, lo que equivale a una cucharada sopera rasa de hebras crujientes (unos 3g aprox) o llena (unos 6g aprox) o incluso dos cucharadas (9g aprox). 

Si prefieres los comprimidos, como cada comprimido contiene 0,5g de espirulina, tendrás que tomar al menos 6 comprimidos al día para llegar a los 3g.

Los niños pueden tomar 1 o 2g al día espolvoreada en el plato o en un batido de chocolate (les encanta). Los bebés también pueden tomar, a partir de los 6 meses o cuando empiecen con la alimentación complementaria. Les encanta coger las hebras una a una y metérselas en la boca por lo que además de alimentarse están ejercitando su psicomotricidad fina 🙂 Como cualquier alimento, debes introducirlo poco a poco y observar los primeros días por si tuviera algún tipo de intolerancia.

En momentos de gran actividad física, si tienes una competición deportiva o si necesitas un mayor aporte de vitaminas o hierro puedes tomar hasta 10g al día.

En las dietas detox o los ayunos también se está recomendando tomar espirulina ya que su aporte de carbohidratos es muy bajo y contiene antioxidantes.

Pero esto es solo una recomendación general, lo mejor es que vayas adaptando la cantidad a tus necesidad y a cómo lo sientas. Ten en cuenta que la espirulina deshidratada está concentrada. De 100g de espirulina fresca se transforman en unos 20g de espirulina deshidratada, por eso está tan concentrada y se toma poca cantidad.

¿Cuándo se toma?

La espirulina se puede consumir durante todo el año, como un complemento de tu dieta diaria. Lo ideal sería que todos la tomáramos  si

También se pueden hacer “curas” temporales, cuando necesitas un aporte extra de energía, proteína o hierro o sigues algún tratamiento terapéutico o convalecencia. Por ejemplo, durante competiciones deportivas o para evitar episodios de astenia o cansancio en primavera y otoño, o como componente de un tratamiento nutricional específico. Entonces se puede optar por tomar más cantidad, llegando a las dos cucharadas de espirulina (unos 10g).

Si buscas un efecto saciante, tómala antes de la comida principal y si quieres rendir con energía toda la mañana, el desayuno es el mejor momento.

 

¿Debería hacer descansos de tomar mi espirulina?

No tienes por qué, la espirulina es un alimento, no un medicamento ni contiene principios activos que “fatiguen” o estimulen a tu organismo, así que no hay nada de lo que descansar. 

Si tomas entre 3 y 6 g al día (la cantidad normal recomendada) puedes seguir haciéndolo hasta que te apetezca. Si has hecho una cura o has tomado el doble de la cantidad por algún otro motivo, con volver a tu cucharada al día es suficiente 😉

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