Espirulina industrial y espirulina artesanal – no todo es oro verde

¡Bienvenidos a este fascinante viaje donde exploramos las diferencias cruciales entre la espirulina industrial y la artesanal!

¿Existe realmente una diferencia entre la espirulina en polvo y la artesanal? Si eres un Indiana Jones de la información, estás en el lugar correcto. Acompáñanos mientras desentrañamos el misterio para que no te den gato por liebre.

Producción Industrial: Cantidad o calidad

La espirulina industrial, producida a gran escala, se cultiva en enormes balsas al aire libre, sin protección a los agentes externos (excrementos de aves e insectos despistados incluidas), en países con normativas más permisivas, mano de obra más “barata” y lo que es más importante, un procesado de la espirulina muy agresivo a altas temperaturas. Para crear ese polvo verde oscuro que muchos conocen, tienen que romper las células de espirulina y luego someterlas a más de 170ºC. Este tratamiento resulta en una pérdida de nutrientes esenciales, como las delicadas vitaminas o sus valiosos antioxidantes.

Explotación de espirulina en China

Además, debido a la menor pureza del cultivo (suele contener otros organismos, además de espirulina) y la elevada temperatura de secado, adquiere un olor y un sabor muy fuertes, que no son propios de la espirulina sino de su forma de cultivarla y procesarla.

Si valoras cada vitamina y mineral, la espirulina artesanal deshidratada a bajas temperaturas, puede ofrecer una alternativa donde se conservan más integralmente estos elementos esenciales. Las moléculas con más beneficios para la salud son también las más sensibles a la temperatura y la oxidación por eso muchas veces el producto que llega a tu mano no siempre tiene las propiedades que ponen en la etiqueta.

Sostenibilidad: Una Cuestión de escala

Cantidad o calidad

Al seleccionar espirulina artesanal, no solo estás haciendo una elección basada en la calidad nutricional, sino también en la sostenibilidad. La cadena de distribución más corta, el cultivo cuidadoso y métodos ecológicos como el uso de energía solar o en nuestro caso, agua de lluvia, hacen que la espirulina artesanal sea una opción que respeta el planeta. No sólo no contamina sino que, además, fija mucho más CO2 del que consume.

Un cultivo artesanal en el sur de Francia

Gasta menos agua (bajo invernadero se evapora 10 veces menos agua que al aire libre), es más difícil de contaminarse por otras bacterias nocivas o por desechos químicos, no gasta apenas combustibles fósiles en su comercialización (no tiene que cruzar medio planeta para llegar a tu mesa). Además al producirse solo varios kilos al día es posible deshidratarla a baja temperatura, algo que resulta inviable en las explotaciones a gran escala.

Eso sí, no por ser artesanal tiene por qué estar bien cultivada, uno de los riesgos de los cultivos artesanales es la posible contaminación con otros organismos. Elige siempre un productor que te genere confianza, saber cómo se cultiva y si la persona responsable tiene la formación adecuada, es muy importante para evitar sustos.

La calidad es sabor

La espirulina artesanal no solo es una elección nutricionalmente interesante, sino que también ofrece una experiencia sensorial única. Con sabores suaves y un aroma delicado, es probable que encuentres una gran diferencia con la espirulina industrial ¡Ya no estropeará tus batidos!

Además, la espiru, como no es una planta, no tolera los antibióticos ni los pesticidas (se moriría si se lo echáramos) por eso que tenga o no tenga un certificado ecológico es irrelevante en lo que respecta a la presencia de agroquímicos. No olvides que la espirulina es una bacteria y por eso no se ajusta igual a las certificaciones actuales.

Y ¿crees que es ecológico un producto que viene del otro lado del planeta?

Ponle cara

Otra ventaja crucial de la espirulina artesanal es la transparencia en su origen. Como consumidores, tenemos un gran poder en nuestras manos, eligiendo bien estás cuidando nuestra salud, pero también estás optando por apoyar a productores locales y pequeños comercios.

Conocer quién y cómo se cultiva tu espirulina es la mejor garantía, creando una conexión más íntima entre el consumidor y el productor podemos controlar cómo se elaboran nuestros alimentos, lo podemos ver con nuestros propios ojos.

No todo lo que es verde, es oro

En nuestro próximo capítulo, te guiaremos en el arte de distinguir una espirulina de calidad de una menos deseable. Pero te adelanto que es más fácil de lo que parece…

¡Próxima Parada: Cómo distinguir una espirulina de calidad!

¡Prepárate para convertirte en un experto en la selección de espirulina!

 


Hola, soy Inés Carballo Tomé, MsD en Biología Marina y Biología Aplicada

Te acompaño a descubrir el maravilloso mundo de la espirulina de forma amena, desde una mirada científica.

Fundadora y CEO de Aitana Espirulina


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