Esta vitamina se encuentra principalmente en productos de origen animal, se puede encontrar en algunas fuentes vegetales como la levadura de cerveza, fermentados de soja y algunas microalgas unicelulares como la espirulina.
La vitamina B12 junto con la vitamina B6 y B9 actúan en sinergia para la formación de las células sanguíneas, contribuyen a la maduración de eritrocitos y carencia en estas vitaminas dan lugar a las anemias megaloblásticas, leucopenias (bajo recuento de leucocitos en sangre) y trombocitopenias (bajo recuento de plaquetas) La carencia de vitamina B12 se instaura lentamente ya que el hígado es capaz de almacenar esta vitamina por un largo periodo de tiempo.
Los primeros índices de deficiencia pueden mostrarse como cuadros depresivos o alteraciones de comportamiento. Esto se debe a que la vitamina B12 participa en procesos de conversión de aminoácidos en neurotransmisores como la serotonina y sustancias que nos hace sentir bien 😁
Carencias más graves dan lugar a síntomas neurológicos o de cognición y puede provocar el deterioro de la mielina de los nervios, con la consiguiente aparición de enfermedades desmielinizantes.
La falta de vitamina B12 no solo depende de nuestra dieta y su aporte exógeno (del exterior) sino que depende de muchos factores fisiológicos (internos) para su correcta absorción.
Con la edad, vamos perdiendo la habilidad de absorber esta vitamina, por lo que es conveniente realizar analíticas periódicas a los ancianos. “El abuelito cascarrabias puede que tenga una deficiencia vitamínica y no simplemente mal genio”.
Un test de homocisteína en sangre nos indicará si hay carencia de B12, ya que se encontrará anormalmente elevada.
La alteración de la mucosa gástrica, como la gastritis prolongada, la presencia de Helicobacter pylori y el uso continuado de antiácidos, actúan como inhibidores de la bomba de protones, inhibiendo la formación de ácido clorhídrico en el estómago.
La absorción de la vitamina B12 depende del ácido clorhídrico del estómago y, a su vez, del factor intrínseco producido por las células parietales para ser absorbida debidamente.
Resumiendo, ¿cómo podemos optimizar nuestro aporte de B12 y mejorar su absorción?
– Si somos veganos estrictos, suplementar con esta vitamina.
– Evitar el uso prolongado de antiácidos.
– Si hay problemas gastrointestinales descubrir el origen (si es por bacterias etc.)
– Medir los niveles de hormonas tiroideas en sangre.
Una vez descartados problemas gástricos y tiroideos, ¿qué podemos hacer en casa?
– Evitar beber agua con las comidas para no diluir el ácido del estómago
– La correcta masticación de alimentos (masticar los líquidos y beber los sólidos), la saliva contiene enzimas digestivas como la amilasa que degrada hidratos de carbono y la masticación en sí pone en marcha la secreción de jugos gástricos y pancreáticos.
2 comentarios
Mmm… Qué cosas tan ricas nos propones…
Gracias Toñi ❤️